El encanto de una ciudad auténtica
Su excepcional patrimonio confiere a Estrasburgo una atmósfera de lo más romántica. Además, una reciente clasificación publicada en la web EarthTripper la sitúa entre las 10 ciudades más románticas del mundo. Déjese seducir por una ciudad que los enamorados han admirado siempre, desde las callejuelas de la Petite France hasta la extraordinaria catedral, pasando por los muelles del Ill o las plazoletas de la Grande Île.
¿Y si celebrara el día de San Valentín en Estrasburgo?
Con motivo del día de los enamorados, Estrasburgo celebra el amor durante 10 días con el evento “Strasbourg mon amour”.
Estrasburgo le propone una forma diferente de celebrar San Valentín disfrutando a su gusto del marco romántico de la ciudad, con una programación poética, cultural, glamour o incluso retro.
Las 6 cosas que puede hacer
en Estrasburgo con su pareja
Pasearse por la Petite France
Recorra de la mano este barrio intimista de la ciudad. Cruce los puentes, camine por los muelles y admire la belleza de las casas con entramado de madera. Un momento atemporal para vivirlo en pareja.
Subir a la plataforma de la catedral
Para quedar fulminado por la belleza de la ciudad, contémplela desde lo alto de la plataforma de la catedral. ¡Una emoción para compartir en pareja!
Dar un paseo de noche
en bicitaxi
¿Hay algo más embriagador que dejarse llevar por pintorescas callejuelas, circulado entre los monumentos acurrucados en la banqueta de un bicitaxi a la luz de la luna?
Tomarse un brunch
Después de levantarse tarde nada mejor que un buen brunch. En muchos hoteles y restaurantes de Estrasburgo, se proponen sabrosos y copiosos brunch, para todos los gustos.
Un aperitivo romántico en una barca
Largue las amarras en pareja. Puede alquilar una barca eléctrica (sin título) y llevarse una cesta de pícnic “Love boat” para amenizar el paseo con un aperitivo “so romantic”.
Cenar en un restaurante gastronómico
Estrasburgo cuenta con algunos restaurantes muy recomendables. Restaurantes de renombre con ambiente intimista, que dejarán encantados a los amantes de la gastronomía y a los enamorados.
Donde acaba la Petite France se alza imponente la presa Vauban. Desde la terraza panorámica, disfrutará de unas fantásticas vistas sobre los Puentes Cubiertos, la Petite France y la catedral. Un ambiente romántico que ha sido testigo de más de una petición de mano.