Todo Estrasburgo en tres días

¿Va a pasar unos días en Estrasburgo y le gustaría saber a dónde ir o qué visitar? A continuación le damos algunas sugerencias para que no se pierda lo esencial… ¡Feliz estancia en Estrasburgo!

Séjourner 3 jours à Strasbourg est la formule idéale pour découvrir les attraits de la ville sur les plans patrimoniaux et culturels. Voici nos suggestions pour tirer le meilleur parti de votre séjour et ne pas manquer l’essentiel !

Si solo va a estar un día en Estrasburgo, no deje de visitar el centro histórico de la ciudad, con su catedral de 142 metros de altura, auténtica joya de la arquitectura religiosa, la Petite France, con sus callejuelas, sus casas de los siglos XVI y XVII y los canales… La “Grande-Île” y la Neustadt figuran en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.

En la Oficina de Turismo de Estrasburgo y su Región podrá alquilar audioguías para acompañarle a lo largo de su visita.

Mientras se pasea tendrá ocasión de admirar, entre otras cosas la catedral Notre-Dame, la Casa Kammerzell, el Palais Rohan, la place du Marché-aux-Poissons, la place du Marché-aux Conchons-de-Lait, la rue du Vieux-Marché-aux-Poissons, el pont du Corbeau, la place Gutenberg con la estatua del célebre inventor, el edificio de la Cámara de Comercio e Industria, las calles des Tonneliers, de l’Épine, des Dentelles, des Moulins o du Bain-aux-Plantes, la iglesia de Santo Tomás, los Puentes Cubiertos, la Presa Vauban, la Escuela Nacional de Administración, el muelle Saint-Nicolas y la iglesia homónima.

A la vuelta, al pie de la catedral, atrévase a subir la escalinata con sus 332 peldaños. Desde la plataforma podrá disfrutar de una vista panorámica sobre la ciudad y la llanura renana.

¿Se le ha abierto el apetito con esta ascensión vertiginosa? Un poco de paciencia… Porque a las 12.30 h en punto podrá admirar el ballet de los autómatas del célebre Reloj Astronómico de la catedral, una obra de arte realizada entre 1571 y 1574, cuyo mecanismo fue renovado en 1842.

Tras un tradicional almuerzo en una winstub alsaciana, disfrute de una visita fluvial guiada para descubrir Estrasburgo desde el río Ill. El barco le llevará desde el centro histórico hasta el barrio europeo pasando por la Neustadt.

Y para acabar el día, ¿por qué no visitar uno de los innumerables museos de la ciudad de Estrasburgo que sin duda le habrán llamado la atención durante su paseo matinal: el Musée de l’Œuvre Notre-Dame (“Casa de la Obra Notre-Dame”), los tres museos del Palais Rohan (Museo Arqueológico, Museo de Bellas Artes y Museo de Artes decorativas), el Museo de Historia, el Museo Alsaciano o el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo?

Para su segundo día en Estrasburgo, le proponemos que se dirija a la place Broglie antes de recorrer el barrio imperial alemán y descubra otra faceta de la capital alsaciana, lejos de las casas con entramados de madera y de las callejuelas… La Neustadt (“ciudad nueva”), edificada por el imperio alemán después de la guerra de 1870, cuando Estrasburgo se convirtió en la capital del Reichsland de Alsacia-Lorena, contrasta con el centro histórico de la ciudad y su laberinto de callejuelas.

Amplias avenidas y bulevares atraviesan esta parte de la ciudad (la avenida de la Marseillaise con el Museo Tomi Ungerer – Centro Internacional de Ilustración, el bulevar de la Victoire con el Museo Zoológico y los Baños Municipales o la avenida de la Paix y su Sinagoga. El lugar más emblemático del barrio es la plaza de la República, antigua Kaiserplatz, que era el centro político y administrativo. Alrededor de esta plaza se alzan imponentes y prestigiosos edificios característicos de la arquitectura “prusiana”: el Palais du Rhin, la Prefectura, la Biblioteca Nacional Universitaria, el Teatro Nacional de Estrasburgo; y no lejos de allí, la iglesia Saint-Paul (plaza del General Eisenhower), el Palacio Universitario (plaza de la Universidad), la Maison de la Radio y la Televisión (plaza de Burdeos).

¿Le apetece hacer una pausa? Salga a descubrir el mundo vegetal recorriendo las avenidas del Jardín Botánico (rue Goethe), que sin duda seducirá también a los más jóvenes, o participe en los talleres de iniciación a la ciencia o en los espectáculos infantiles que se ofrecen en el Museo Zoologico y en el Planétario (rue de l’Observatoire).

Después de desayunar en uno de los innumerables restaurantes de Estrasburgo, sumérjase en el barrio europeo.

Los fundadores de Europa quieren dar una marcada imagen de la reconciliación entre las naciones. Por eso Estrasburgo es una de las pocas ciudades del mundo que alberga instituciones internacionales sin ser la capital de ningún estado. Esta vocación europea surgió tras la Segunda Guerra Mundial y el resultado es la creación de un auténtico barrio europeo en la ciudad: Parlamento Europeo, Palacio de Europa, Palacio de los Derechos del Hombre, Agora, Farmacopea Europea, edificios Winston Churchill, Salvador de Madariaga y Pierre Pflimlin, o también el Lieu d’Europe. En cuanto a la sede de la cadena de televisión ARTE, está a dos pasos.

También puede aprovechar esta escapada para tomar el aire en el Parque de la Orangerie, auténtico pulmón de la ciudad, a un paso de las instituciones europeas. Este parque de 26 hectáreas es el lugar ideal para dar un paseo en familia visitando el pequeño zoo, la minigranja y el criadero de cigüeñas. La zona de juegos y, en verano, el quiosco de helados, gofres y otras golosinas encantarán a los niños.

¿Por qué no hacer una visita a nuestros vecinos alemanes? Se puede llegar en tranvía o alquilando una bicicleta.
En el lado francés, puede dar un paseo por el Jardin des deux Rives antes de cruzar el Rin por la magnífica pasarela diseñada por el arquitecto Marc Mimram como un lazo de unión entre Francia y Alemania.

En la otra orilla del Rin se encuentra la pequeña ciudad alemana de Kehl, con la que Estrasburgo mantiene estrechas relaciones y múltiples colaboraciones. Pero estos vínculos no son únicamente políticos o institucionales, pues juegan un papel destacado en la vida diaria de los habitantes de las dos ciudades que se han acostumbrado a pasar de una orilla a la otra…

En el lado alemán, no deje de subir a la Torre panorámica para disfrutar plenamente de una vista excepcional.

En Kehl, entre otras cosas, podrá visitar la Casa Weinbrenner (Hauptstrasse), la Villa Schmidt (Ludwig-Trick-Strasse), el Hanauer Museum (Friedhofstrasse), el Handwerks-Museum (Oberdorfstrasse), el Heimatmuseum (Landstrasse), ir de tiendas o hacer que sus hijos disfruten del parque acuático (Wasserspielplatz).

Y después de comer, aún le queda mucho por ver… Si le interesa seguir con el recorrido cultural por la capital alsaciana, puede visitar un museo o pasearse por uno de los numerosos barrios de la ciudad que aún no ha tenido ocasión de admirar. ¿Prefiere ir de tiendas? ¿O relajarse al aire libre?