La catedral, la Petite France, y ¿qué más? ¿Quiere estar seguro de no perderse nada de Estrasburgo, aunque su estancia vaya a ser corta? Esta es nuestra selección de los lugares ineludibles de la capital alsaciana, que no puede dejar de visitar para que su viaje resulte inolvidable.
¡Imprescindible! La catedral de Notre-Dame de Estrasburgo es el símbolo de la ciudad. Está construida con arenisca rosa de los Vosgos, y se necesitaron casi tres siglos de trabajo para acabar la edificación de este “gigantesco y delicado prodigio”, según palabras de Victor Hugo.
Delimitada por el Ill y el canal del Faux-Rempart, la “Grande-Ile” está unida al resto de la ciudad por 21 puentes y pasarelas y constituye su núcleo histórico. Esta parte de la ciudad alberga un conjunto monumental de gran valor artístico.
Este emblemático barrio de Estrasburgo era antiguamente el de los molineros, curtidores y pescadores. Las casas con entramado de madera, las callejuelas y los muelles le confieren una atmósfera romántica e intimista.
La Neustadt, también conocida como barrio imperial alemán, es una “ciudad nueva”, construida en los albores del siglo XX, tras la anexión prusiana. Desde 2017 figura inscrita en el Patrimonio Mundial de la UNESCO, y ofrece un conjunto arquitectónico asombroso.
El barrio europeo, que simboliza la reconciliación franco-alemana y la construcción de Europa, cuenta con soberbias joyas de la arquitectura contemporánea, entre otras el famoso Parlamento Europeo.
Strasbourg est classée au Patrimoine Mondial de l'UNESCO
la grande île et la Neustadt
