UNESCO

Un merecido reconocimiento a la riqueza de la diversidad patrimonial de Estrasburgo

En 1988, “Estrasburgo – Grande-Ile” se inscribe en la prestigiosa lista del patrimonio mundial de la UNESCO. Esta lista agrupa los lugares culturales y naturales seleccionados por su valor universal excepcional. Estrasburgo es la primera ciudad francesa cuya inscripción no se limita únicamente a un monumento, sino a un centro urbano histórico en su conjunto. Desde julio de 2017, la UNESCO ha incluido a la Neustadt en este patrimonio. Este reconocimiento también es un símbolo de reconciliación entre la identidad francesa y la alemana que hace de Estrasburgo la cuna natural de la Europa del mañana.

Delimitada por el Ill y el canal del Faux-Rempart, la “Grande-Ile” está unida al resto de la ciudad por 21 puentes y pasarelas y constituye su núcleo histórico. Esta parte de la ciudad alberga un conjunto monumental de gran valor artístico. La existencia de un patrimonio muy diversificado, que se remonta a la época romana, en un reducido perímetro dominado por la catedral justifica esta inscripción y constituye una muestra excepcional de la evolución de la ciudad desde la Edad Media hasta nuestros días.

Ciudad de arte y de historia

Ciudad de arte y de historia

En 2013, Estrasburgo ha sido certificado Ciudad de arte y de historia.

 

Este barrio, surgido de la nada entre 1871 y 1914 tras la anexión prusiana, ha triplicado la superficie de la ciudad, convirtiéndola en un escaparate del Reichsland de Alsacia-Lorena. El conjunto se caracteriza por la unidad y la excepcional calidad de su arquitectura y su urbanismo, subrayada por amplias perspectivas que ponen de relieve un sentido poco común del paisaje. De ahí surge una ciudad moderna y funcional, muy representativa de los avances técnicos y de la política higienista propia de los siglos XIX y XX, que permitió que Estrasburgo rivalizara con los grandes cambios que en esta misma época se registraron en Berlín y París.