El centro de la ciudad (centre ville)

Está delimitada, a un lado, por el imponente edificio de la Aubette, hecho de arenisca rosa. Esta obra militar, que data de finales del siglo XVIII, albergaba originalmente un cuerpo de guardia. En el interior, un antiguo complejo de ocio acoge actualmente una programación contemporánea: “L’Aubette 1928”, cuyos decorados vanguardistas, realizados por Theo Van Doesburg, Sophie Taeuber-Arp y Jean Arp, son excepcionales. ¡No se lo pierda!

La plaza de l’Homme de Fer

Si se desplaza en tranvía, seguro que pasará por esta plaza, ya que 5 de las líneas tienen parada en ella. Punto de partida hacia todas las calles comerciales de la ciudad, la plaza está coronada por una rotonda de cristal, instalada cuando se remodeló la plaza con motivo de la llegada del tranvía en 1994. El aspecto vanguardista que confiere a la plaza se ve reforzado por la fachada futurista de chapa de aluminio plegado de las galerías Printemps, renovadas recientemente. ¡Preste atención y quizá vea al hombre de hierro!

La plaza Gutenberg

En esta plaza, que está casi enfrente de la catedral, se encuentra el Neubau, edificio de finales del siglo XVI que actualmente alberga la Cámara de Comercio e Industria de Estrasburgo. Este extraordinario edificio de un gran rigor simétrico está construido en piedra tallada, una opción atrevida para la época, ya que rompía con la arquitectura local que recurría casi siempre a los entramados de madera. En su momento levantó bastante polémica.

En el número 33 rue des Grandes Arcades…

La rue des Grandes-Arcades une la plaza Gutenberg con la plaza Kléber. En el n° 33, hay que levantar la cabeza para descubrir una maravillosa fachada, hecha de cristal y metal, en el más puro estilo Art Nouveau (finales del siglo XIX, principios del XX). Originalmente el edificio albergaba una mercería. Estrasburgo llegó a tener hasta 700 edificios Art Nouveau. Algunos de ellos subsisten en el barrio de Neustadt.

Discreta y algo apartada, esta iglesia es una auténtica maravilla, una de las más bonitas de Estrasburgo. Se construyó al mismo tiempo que la catedral, y los historiadores afirman que le sirvió de “borrador”. Su pórtico se parece tanto a los de Notre-Dame que podrían confundirse. Su interior es como un libro abierto, con un gran número de frescos (siglo XIV) y pinturas admirables. Su tribuna es excepcional, al igual que su claustro, un sorprendente oasis de silencio en pleno corazón de la ciudad.

La simbólica fuente de Jano

Está situada a dos pasos de la Ópera, en la plaza Broglie. La fuente, realizada por el polifacético artista estrasburgués de renombre internacional Tomi Ungerer, se presenta en forma de acueducto donde el agua fluye por ambos lados. En el estanque, la cabeza del dios Jano con dos caras, símbolo de la bipolaridad de Estrasburgo, ciudad que a menudo han compartido entre Francia y Alemania.