Museo de las Artes Decorativas

¿Sabía que en Estrasburgo es posible visitar un «Pequeño Versalles»? ¡Le esperamos en el Museo de las Artes Decorativas!

Un lugar emblemático de Estrasburgo

Visitar el Museo de las Artes Decorativas es adentrarse en uno de los lugares emblemáticos de Estrasburgo: el Palacio Rohan. Construido en el s. XVIII en un estilo arquitectónico inspirado en el del palacio de Versalles, representa un bonito ejemplo de las construcciones «a la francesa» realizadas en esa época en Estrasburgo.

Edificado para el príncipe-obispo de Rohan, también debía servir como residencia real y acoger al rey o a sus huéspedes más distinguidos. Después de convertirse en ayuntamiento durante la Revolución, el palacio fue donado por la ciudad a Napoleón I.

La vida en palacio

El Palacio Rohan es un testimonio excepcional del estilo de vida principesco bajo la monarquía. Durante la visita, la sucesión de salas, todas ellas lujosamente decoradas, suscitan admiración y permiten imaginarse cómo se organizaba el día a día en palacio.

Es especialmente el caso de la habitación del rey, obra maestra del estilo rocalla francés, que hospedó a Luis XV en 1744 y a María Antonieta en 1770. Entre los dorados y la magnificencia de la sala, todo parece a punto para asistir a una ceremonia de despertar del rey.

Cerámica, orfebrería y relojería

Continuando con la visita, llegamos al ala de las artes decorativas. Allí descubriremos una rica colección de arte decorativo estrasburgués, que abarca el periodo que va de 1681 a mediados del s. XIX, y donde destacan entre otras hermosas piezas de cerámica procedentes de la famosa fábrica Hannong.

La orfebrería también está representada, y es que Estrasburgo fue un importante centro de producción de orfebrería del s. XV al XVIII. Mi pequeña joya en esta parte del museo se encuentra entre las piezas de relojería expuestas: se trata del gallo del primer reloj astronómico de la catedral de Estrasburgo, que se remonta al s. XIV.

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