¿Le gustaría instalarse en una terraza para disfrutar de un momento de descanso? A continuación le revelamos nuestros lugares favoritos de Estrasburgo.
Las terrazas indispensables
Las primeras que se nos ocurren son, sin duda alguna, las terrazas de la plaza de la Catedral. Al pie de Notre-Dame, a Sophie y Christine les encanta beber un refresco o degustar una especialidad en la Maison Kammerzell, mientras admiran los detalles arquitectónicos de la catedral.
Acto seguido le toca a la plaza Benjamin Zix, todo un clásico. Marie y Nicolas se dejan encandilar a menudo por la magia del lugar. A orillas del Ill y en pleno corazón de la Petite France, en la Corde à Linge, se disfruta de una magnífica vista de las características casas con entramados de madera, a la sombra de los árboles.
Como le sucede a Léa, seguro que el encanto de las terrazas de la rue des Tonneliers le seducirá. Léa no puede evitar la tentación de un cóctel en Jeannette et les Cycleux, en una pequeña calle peatonal muy animada, repleta de bares y restaurantes en pleno centro de Estrasburgo.
A Nadia le encantan las terrazas de la plaza del mercado Gayot. La plaza le parece muy bonita, un poco escondida, perfecta para tomarse una cervecita entre amigos o en familia durante las tardes de verano. Marie nos confiesa que ella lo que más aprecia es la tranquilidad que reina en ese lugar. Y aprovecha para almorzar o cenar en la Table du Gayot.
Las terrazas con vistas
Dominique nos dice que a ella le encanta la terraza panorámica de la Presa Vauban. Se disfruta de una fantástica vista panorámica de 360 grados, y un punto de vista único de la catedral, la Petite France, el Museo de Arte Moderno y los brazos del Ill. Como al fin y al cabo es un lugar poco frecuentado, el ambiente es muy intimista y suele pasar horas y horas charlando con sus amigas, mientras beben a sorbitos los refrescos que llevan en la mochila.
Terrazas a orillas del agua
Si, como Nicolas, está buscando un sitio fresco, apreciará sin duda las terrazas del muelle de los Pescadores, por ejemplo la del Café Atlantico. Las prefiere sobre todo en primavera y en otoño, porque les da el sol durante todo el día.
Si le gusta pasearse a orillas del agua, le encantará la Petite France, rebosante de encantadoras terrazas a lo largo del río Ill (especialmente las del Pont Tournant, la Maison des Tanneurs y el Pont Saint Martin). Algunas están algo escondidas. ¡No dude en buscarlas bien!
Terrazas efímeras
Sophie siempre va en busca de novedades y es una asidua de las terrazas efímeras. Cada año, cuando llega el buen tiempo, en Estrasburgo se inauguran lugares que brillan por su originalidad.
Este verano es probable que la encuentre detrás de la estación, en la terraza cultural de la Grenze o con los pies en la arena en el parque de Pourtalès.
Nuestros lugares más desconocidos
Tampoco hay que dejar de mencionar algunas terrazas, un poco más alejadas del centro, que merecen el paseo. A Marie le gustan por ejemplo las de la plaza Saint-Nicolas-aux-Ondes, a la sombra y muy animadas. Si se presenta el caso, incluso se puede improvisar una partida de petanca.
Para Christine hay una terraza para cada placer. Para tomarse el primer café del día, nada como la plaza de la Universidad, por su excepcional situación en la Neustadt y en un entorno verde y lleno de flores. Para un cóctel, la más indicada es la terraza del Sofitel en la place Saint Pierre-le-Jeune, discreta, chic y muy céntrica, donde se puede disfrutar de la vista de la magnífica iglesia de Saint-Pierre-le-Jeune. Para tomarse una copa acude al Purgatoire, rue de Zurich, donde reina el particular ambiente del barrio de la Krutenau.
En cuanto a Nicolas, se decanta por el rooftop del Black&Wine bar con su ambiente chic y su emplazamiento discreto a la vez que insólito.
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